Manifiesto Casa Anfibio

Esta es una casa para encontrar calma y silencio, con vista al jardín. Abre sus puertas a pequeños grupos que se reúnen por unas horas para compartir.
En Casa Anfibio vivo yo, La Rana, rodeada de amigxs que llegan a compartir lo que saben. Al final del día descanso entre ideas, dibujos, escritos, hilos y lápices de colores.
Aquí aprendemos haciendo, reconciliándonos con el cambio, la transformación y el desapego.


CAMBIAR

La Casa Anfibio abraza la transformación constante.
La posibilidad del cambio habita en cada rincón.
¿Dónde se siente el cambio?


HABITAR

En Casa Anfibio las personas se encuentran.
Aquí cabe todo y también la nada.
¿Dónde encuentro el todo y la nada?


TIEMPO PARA SER UNO O MUCHOS

En Casa Anfibio valoramos el silencio, la soledad, el encuentro y la escucha.
La soledad y el silencio son un derecho.
Nos movemos como anfibios entre dos medios:
el encuentro y la conversación,
la soledad y el silencio.
¿Dónde habitan el silencio y la soledad?


APRENDER

Estamos en constante aprendizaje.
Entendemos el arte como un proceso de transformación.
Comenzamos a reconocer la importancia de los rituales.
Sabemos que el arte y los procesos creativos sanan.
¿Dónde puedo crear?


COMUNICAR

El cuerpo anfibio está diseñado para percibir frecuencias y movimientos.
En esta casa estamos dispuestos a escuchar,
y nuestra boca es una caja de resonancia para expresar.
¿A dónde van las palabras?


LO POLÍTICO

Entendemos que todos nuestros actos son políticos.
En Casa Anfibio construimos el cambio desde acciones individuales y pequeños colectivos.
La Rana no tiene intereses partidistas;
solo reconoce el agua y la tierra como direcciones y medios para sobrevivir.
¿Dónde se encuentra la paz?


CREER

Somos una casa laika.
Preferimos tener los pies —y las patas— en la tierra.
Sí, también somos pet friendly.
¿Dónde estás?


NOS GUSTA

En Casa Anfibio meditamos.
Amamos las plantas, los perritus y los gatus,
las bebidas calientes, la lectura, el cine,
el arte, la música clásica, la salsa y el metal,
el baile y las conversaciones largas.
¿Dónde me siento?


A VECES

En Casa Anfibio, a veces hay conflictos,
pero intentamos resolverlos pasando de la conversación al silencio.
A veces estamos alegres, a veces tristes,
a veces bravos, melancólicos o pensativos.
No nos definen los diagnósticos ni las opiniones:
todos los días mutamos.
¿Dónde están los pajaritos?


LO ECONÓMICO

Casa Anfibio busca ser autosostenible,
permitiendo también el acceso a personas con menos recursos.
Algunos cursos financian actividades gratuitas,
manteniendo el equilibrio del espacio.

Apoyamos programas y proyectos relacionados con el arte, la naturaleza,
la protección del agua y los saberes tradicionales.
En Casa Anfibio no promovemos proyectos políticos ni religiosos.
¿Dónde habita el olvido?

Un espacio para crear y encontrarnos

Un taller de cupos limitados, pensado como un espacio íntimo para aprender a través de la experiencia.